Sobre la memoria del 24/3, para que no se repita, para que se sepa, para que se recuerde todo, para no olvidar, ni perdonar.

Parece una estupidez a la distancia poner en la tapa del Clarín de aquél nefasto día, TOTAL NORMALIDAD, cuando a continuación se pone LAS FUERZAS ARMADAS EJERCEN EL GOBIERNO por no decir TOMARON EL PODER.

Pero hay que saber, recordando aquella época, que casi todos estaban de acuerdo en que se hiciera, porque Argentina era un caos, una anarquía, un despropósito, había asaltos por todos lados, a Bancos, a comercios, a domicilios de personas, a todo, hasta en las calles, no se podía parar en las barreras, ni en los semáforos, porque te asaltaban: todos pensaban sensatamente que el Gobierno de la Sra. María Estela Martínez era un desastre, en que había violencia permanente, indecisión, incoherencia, inconducencia, inoperancia, ineptitud. Entonces pocos sabían que había triple A de asesinos que mataban era desde el oficialismo, que en ese entonces era el peronismo, y que había tantos opositores armados como guerrilleros, que también eran peronismo. Y que era diferente triple A, que los ejércitos revolucionarios de militantes del pueblo, no estaba claro. Parecían facciones de facciosos. Y las cosas en el momento son lo que parecen. Las Fuerzas Armadas a mi entender comenzaron sus excesos desde antes de tomar el poder el 24/3. Había designios previos, listas negras, órdenes, búsquedas, entregas, arrestos, fusilamientos, torturas, muertes, asesinatos. Supresiones más que desapariciones. Luego siguieron los secuestros, las torturas, las violaciones, las desapariciones, los asesinatos.

Es como para olvidar, pero hay que acordarse, en lo posible todo, para no repetir.

Yo insisto en que la justicia 35 años tarde no es justa, pero hay que hacerla.

En que hay que hacer justicia ahora con todos los desaparecidos de ahora, como los originarios que matan para apropiarse de sus tierras, la entrega de nuestros recursos naturales energéticos y mineros, la corrupción, los ambientalistas a los que les pegan por protestar, los artesanos a los que persiguen por negarse a pagar coimas, los cartoneros que apalean porque afean la ciudad, los indigentes de la calle que riegan de noche con agua fría, con la crueldad de las miles de chicas raptadas, violadas, amenazadas, drogadas, mantenidas secuestradas y torturadas a diario, DESAPARECIDAS por las mafias de la trata de personas para prostitución compulsiva, en servicio sexual en beneficio de terceros en departamentos y prostíbulos, con complicidad policial y de las autoridades de turno, lo que lo transforma en DELITO DE LESA HUMANIDAD, por ende inprescriptible y de pena máxima, no reductible.

Pensemos con amplitud, para que NUNCA MÁS de veras, todo. Sobre la memoria para el 24/3, para que no se repita, para que se sepa, para que se recuerde todo, para no olvidar, ni perdonar. Pablo Cantero.