Más que una hermosa FLOR NACIONAL.

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LA FORMA DE VER DE LOS NATIVOS A LOS QUE LLEGABAN DEL MAR:

Un día, un gran pájaro de blanquísimas alas llegó navegando por el río; de él bajaron hombres barbudos cubiertos por metales relucientes que parecían dueños del rayo, transformándose por momentos en monstruos de cuatro patas y dos cabezas que atropellaban todo lo que encontraban en su camino.

Explicación para los más pequeños:

El «gran pájaro que se había posado sobre las aguas» era la nave típica española: la carabela con sus velas al viento, algo que los nativos no conocían, e inicialmente interpretaron a su manera. Los «hombres barbudos» indicaba una rareza: que tenían barbas, que también era algo desconocido en América. «Cubiertos con metales relucientes»: los veían caminando como humanos pero cubiertos por corazas metálicas brillosas que eran las armaduras con que defendían sus cuerpos, y llevaban hasta en la cabeza. Luego de afrontar sucesivos ataques de los españoles agresivos, comprobaron al defenderse, que ni las flechas penetraban en ellas: era como estar inermes (desarmados frente al agresor). Luego los veían con «cuatro patas» (cuando estaban subidos a los caballos y parecían con ellos una sola cosa: parecían «transformados») con «dos cabezas» (incluyendo la del caballo) que veían especialmente cerca cuando los atacaban, aprovechando así la superioridad de sus armas y caballos, por eso les parecían «monstruos», algo que nunca habían visto (no existían caballos de esa clase en América) que se les venía encima a alta velocidad como un torbellino.  «Dueños del rayo»: indicaba las armas de fuego, que mataban a la distancia, mediante el rayo que parecía salir del orificio de los trabucos y las espingardas de los españoles. También los sables y espadas de metal eran eficaces frente a las armas que hasta el momento habían precisado desarrollar los nativos, que estaban más dirigidas a la caza que a la agresión a humanos.

Explicación didáctica, versión FILATINA de PLC.

Tenga una idea somera de lo que los nativos sentían cuando los invasores trataban de comunicarse y luego regrese aquí, viendo las animaciones 1 y 2, donde por ser un idioma muy diferente, no se entiende lo que se nos dice:

http://www.youtube.com/watch?v=QTpVIh2RTbM&feature=related

Anahí o la leyenda de la flor del ceibo

Es tradicional la nobleza, organización y laboriosidad de la familia de los guaraníes. Sus hombres y mujeres eran celosos defensores del lar nativo, y ante la invasión se opusieron belicosos mostrando la fiereza en el combate como la tribu «Guayaquí», a la que pertenecía Anahí.

Los Españoles viendo que los nativos aun inermes podían ofrecer resistencia su opresión, los creían muchas veces por conveniencia «verdaderos brujos» y los castigaban como a tales: con la hoguera para ejemplificar. algunos se aterrorizaban y entonces sucumbían adaptándose para sobrevivir, convirtiéndose en devotos religiosos del dios que los iba a perdonar. Pero las luchas entre los indios sud, centro y norte americanos inclusive los más pacíficos que se resistían a ser dominados y los crueles invasores (españoles, portugueses, ingleses, holandeses) duraron siglos. La resistencia de las diferentes etnias a ser doblegadas dio como resultado sangrientas masacres genocidas durante cientos de años. Es necesario reflejar en películas esas apoteóticas luchas, como se hizo con los norteamericanos (como en EL ÚLTIMO DE LOS MOHICANOS) los discursos de dirigentes de las prominentes comunidades nativas, con valientes defensores de su terruño, héroes desconocidos que alimentarían la necesidad actual de resurgimiento de las culturas avasalladas que aun no hayan desaparecido. Aunque no puede sintetizarse tanto dolor en letras, de allí surgieron relatos, canciones, historias, recuedos, mitos y una de las más bellas leyendas de las tierras que bañan el Paraná y el Uruguay.

La de la flor de ceibo.

Había en la tribu Guayaquí una indiecita que amaba su tierra natal al extremo de recorrer sola los bosques conversando con las aves, con las flores, con los animales que poblaban el bosque. Era conocida por la dulzura de su voz que de continuo entonaba los cánticos propios de su raza. Cuando ella cantaba, hasta el río rumoroso parecía callar para escucharla.

Un día, un gran pájaro de blanquísimas alas llegó navegando por el río; de él bajaron hombres barbudos cubiertos por metales relucientes que parecían dueños del rayo, transformándose por momentos en monstruos de cuatro patas y dos cabezas que atropellaban todo lo que encontraban en su camino.

La tribu de Anahí decidió defender la tierra nativa superando el terror que los embargaba ante aquellos monstruos desconocidos que más que hombres parecían creación del mismo Añangá.

Pelearon, pelearon días y días, semanas enteras. Pero iban siendo echados poco a poco de sus bosques, de sus ríos, de sus sierras. Anahí, pese a su juventud luchaba como los más valientes. Su voz ya no cantaba más, gritaba la venganza y la guerra y animaba a los hombres y mujeres de la tribu. Pero un día aciago cayó prisionera. Llevada al campamento español, logró en la noche zafar sus ligaduras y golpeando malamente a
un centinela ganó nuevamente el bosque, con tan poco fortuna que volvió a caer en manos de sus captores.

El soldado herido por Anahí murió. Sospechada de bruja, porque nadie podía admitir que con aquel cuerpo esmirriado y con su juventud pudiera haber dado muerte de un golpe al soldado, y atribuyéndole ayuda diabólica, fue condenada a morir en la hoguera.

Atada al palo de la ejecución y prendido el fuego de los leños, las llamas comenzaron a abrazarla. Pero Anahí, en medio de las llamas, en vez de gemir comenzó a cantar una canción en la que pedía a Tupá por su tierra, por su tribu, por sus bosques, por sus ríos.

Su voz se elevó al cielo, y al nacer el día, el cuerpo carbonizado de Anahí se había convertido en un robusto tronco de un árbol hermoso del que pendían racimos de rojas flores.

Esa es la leyenda del ceibo, nuestra flor nacional. (Argentina y Uruguaya)

Agradecemos la transcripción Yael.

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Observación de FILATINA.

Dar la vida en defensa de su vida.

Refeljada en una canción, recogida de un mito, la historia de Anahí es la de muchas mujeres y jóvenes nativos que durante siglos -algunos de sus descendientes hasta hoy- dieron su vida combatiendo no sólo con las armas, en defensa de su territorio, de sus constumbres, de su naturaleza, del ambiente, de su integridad, de su cultura, en defensa de sus familias, de su raza, de su porvenir, de su forma de vida, de su vida.

Fuente: Archivo de FILATINA, experiencia propia y libros de la Biblioteca del Museo de Luján.

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Otra versión (similar) encontramos en TARINGA.

Los ceibos salpican del rojo de sus hermosas flores las zonas pobladas o agrestes de una vasta zona del país.

Los ceibos salpican con el rojo de sus hermosas flores en zonas pobladas o agrestes de una vasta zona del país.

El Ceibo es la flor y árbol nacional de Argentina y Uruguay. Se lo conoce también con los nombres seibo, seíbo, gallito o bucaré. Esta hermosa flor de color rojo, ha dado origen a la leyenda de Anahí, o la leyenda del ceibo.

La historia cuenta que en las orillas del río Paraná vivía una india no muy agraciada, de rasgos toscos, llamada Anahí. Todas las tardes esta joven deleitaba a la tribu entera con sus canciones inspiradas en dioses y el amor que sentía por la tierra a la que pertenecían. Cuando llegaron los invasores, estos arrasaron con la tribu y les robaron las tierras, los ídolos y su libertad.
Anahí fue llevada junto a otros indígenas y pasó días llorando, hasta que una noche en la que vio que su apresor se quedaba dormido, logró escapar. Al hacerlo el centinela despertó, y ella para no ser nuevamente capturada, hundió un puñal en su pecho. El grito del carcelero despertó a los demás españoles invasores, que fueron en su búsqueda. Lograron atraparla al rato en el bosque. A modo de venganza por matar al centinela, se le impuso el castigo habitual de morir en la hoguera.

La ataron a un árbol e iniciaron el fuego que comenzó a subir mientras Anahí cantaba una de sus lindas melodías pidiendo por su tierra. Mientras las llamas crecían, Anahí se convertía en árbol. A la mañana siguiente, los soldados encontraron en este lugar un hermoso árbol de hojas enormes y verdes, con flores rojas aterciopeladas que mostraban todo su esplendor y fortaleza.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Flor_Nacional_de_Argentina_y_Uruguay

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22 de noviembre – Día de la Flor Nacional, El Ceibo.

El verde especial de sus hojas, el brillo, los troncos con formas extrañas, esas flores tan especiales, rojas.

El verde especial de sus hojas, el brillo, los troncos con formas extrañas, esas flores tan especiales, rojas.

Fue declarada flor nacional argentina por Decreto del Poder Ejecutivo de la Nación Nº 138474/42 (23 de diciembre de 1942). Es un árbol originario de América, especialmente de Argentina (zona del litoral), Uruguay (donde también es flor nacional), Brasil y Paraguay. Crece en las riberas del Paraná y del Río de la Plata, pero también se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas. Pertenece a la familia de las leguminosas. No es un árbol muy alto y tiene un follaje caduco de intenso color verde. Sus flores son grandes y de un rojo carmín. Su tronco es retorcido. Sus raíces son sólidas y se afirman al suelo contrarrestando la erosión que provocan las aguas. Su madera, blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar algunos artículos de peso reducido. Sus flores se utilizan para teñir telas. En parque y jardines pone una nota de perfume y color.  Y el admirador evita arrancar sus flores, debido a que sus ramas poseen una especie de pequeños aguijones curvos filosos.

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Canción «ANAHÍ» (Leyenda de la flor del ceibo) Letra:

Anahí… las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
recuerdan acaso tu inmensa bravura reina guaraní,
Anahí, indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.
Anahí, Anahí, tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.

Defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera
Condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo envuelto en la hoguera
y en tanto las llamas lo estaban quemando
en roja corola se fue transformando…
La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba asombrada
miro tu martirio hecho ceibo en flor.

Anahí,  las arpas, dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
recuerdan acaso tu inmensa bravura reina guaraní,
Anahí, indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.
Anahí, Anahí, tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.

Su autor en letra y música es Osvaldo Sosa Cordero. El compuso este tema por pedido de autoridades del Ministerio de Educación de la Nación, cuando por decreto nacional, la flor del ceibo fue declarada Flor Nacional.
Sosa Cordero nació en Concepción (Yaguareté Corá, Corrientes) el 6 de julio de 1906 y falleció en Buenos Aires el 19 de septiembre de 1986.
Anahí, es una página del cancionero popular regional guaranítico

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Fuente: Nidia Cobiella y Prof. Víctor Hugo Vallejos (La Plata) Asociación ALIHUEN (La Pampa)

(Alihuen: Palabra de origen mapuche cuyo significado es «Árbol en Pie»)
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4 respuestas to “Más que una hermosa FLOR NACIONAL.”

  1. Lorenza Says:

    Me encanta este árbol. Su flor es tan suave como un terciopelo, seda pura, y de un color rojo purpúreo. Paseando por Santa Mónica, California, varias veces pasaba por una vereda y cada vez que pasaba, paraba y observaba este árbol, coposo y florecido. Tocaba sus flores, las miraba. La segunda vez que lo miré y toqué, me puse a pensar en el ceibo, y me dió mucha alegría confirmar que sí lo era. Y me vinieron recuerdos de mi país Argentina. Hoy estaba buscando por youtube, pero los encontré a ustedes. Gracias por la historia. Hasta pronto. Lorenza C.
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    Estimada Lorena C. Gracias por tu comentario, tu cariño por tu país, y por habernos escrito tus pensamientos. Probá acordarte de tu país, todo el tiempo que no veas el árbol, que seguro es más. Gracias por encontrarnos, gracias por volvernos a encontrar. Estemos juntos, hagamos que el país crezca y sea mejor para todos. Cordialmente, Pablo Luis Caballero.

  2. MARELI Says:

    SON UNOS MENTIROSOS NO TIENEN LA FLOR DE BRASIL : ( : (

  3. bache a bulle ete Says:

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  4. jak konserwowac okna drewniane Says:

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    Más que una hermosa FLOR NACIONAL. | Filatina

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